giovedì 17 dicembre 2009

La mujer ante la diatriba de la igualdad de derechos


Identidad y complementariedad claves de solución

Por Iris Obispo
Bajo la llamada igualdad de género, muchos gobiernos han promulgado leyes en las que se justifica y autoriza a las mujeres a interrumpir su maternidad (abortar), en caso de que esta afecte sus condiciones sociales, psicológicas, laborales u otras (no necesariamente terapéuticas); sobre lo cual sustentan un “frame” comunicacional de defensor y garante de los derechos de igualdad y libertad de la mujer en la sociedad. En este caso, el conflicto es uno de los “news values” privilegiados para la construcción de la mencionada encuadratura o enfoque comunicacional.

Ante esta situación puede ser recomendable como técnica de reforestación, el retornar y difundir las raíces antropológicas y concepción ontológica de la mujer, explotando sus cualidades de ser relacional por excelencia, dadora y defensora de la vida, rol de sumo importancia para el cuidado, reproducción y preservación de humanidad, en cuanto entra en relación responsable de complementaria con el hombre, lo cual visto desde un enfoque social ha de contribuir al proceso de rejuvenecimiento de la población.

Como estrategia, se propone aprovechar ciertos aspectos de otros “framing” generados en torno a campañas ecológicos cuya bandera es la preservación y defensa de las especies, pues la persistencia de la humanidad está también en crisis, debido a la contaminación que producen las medidas radicales de muchos gobiernos en su búsqueda del poder, fundamentado sobre pseudo conceptos de “desarrollo y progreso”, entendidos sólo como metas a lograr y a cualquier costo, sin medir mayores consecuencias a largo plazo.

Los nuevos “framing” ha construir se caracterizaran por presentar la digna identidad de la mujer, bajo sus diferentes roles de madre, esposa, hija, hermana, amiga, trabajadora, emprendedora, etc.; capaz en cada caso, de reconocer sus potencialidades, diferencias y debilidades, así como de saber complementarlos con las cualidades del hombre, para forjar juntos un ambiente verdaderamente equitativo, pues no se trata de ser iguales, sino complementarios en las diferencias.

Para ello los “news values” a usar podrían ser: “originalidad”, a fin de presentar lo enriquecedor de la igualdad en la diversidad; hombre y mujer creados iguales en esencia, pero dotados de diferentes, únicas y complementarias características. “Actualización”: que conduzca a la revalorización de las características fundamentales del género femenino (don único de la maternidad, entre otros). “Reinterpretación”: para descifrar los verdaderos y parciales intereses de los gobiernos escondidos bajo sus conceptos de derechos, desarrollo e igualdad social. La “relevancia” e “reinterés”: a fin de presentar hechos que verdaderamente permitan mejorar el hoy y garantizar un mejor futuro, para la vida de la humanidad.

Vale recordar la carta del Papa Juan Pablo II dirigida a las mujeres con ocasión de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Pekín en septiembre de 1995, organizada por la ONU. Esta destaca que la identidad de la mujer se encuentra en la dualidad del ser humano con la consecuente definición de sexualidad como elemento ontológico; la igualdad, diferencia y complementariedad ontológica. Recalca que es la Palabra de Dios la que permite descubrir con claridad el radical fundamento antropológico de la dignidad de la mujer, indicando en el designio de Dios sobre la humanidad.
Agradece a la mujer-madre “seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única”, “sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida”. Resalta que, la intuición propia de la feminidad enriquece la comprensión del mundo y contribuye a la plena verdad de las relaciones humanas. No obstante, expone “cómo a menudo es penalizado, más que gratificado, el don de la maternidad, al que la humanidad debe también su misma supervivencia”.

giovedì 10 dicembre 2009

UE tutelará “pizza napoletana”, y a la vida quién?


Por Iris Obispo
El respeto y protección de un tipo de pizza ha sido objeto de discusión y debate por parte de la Unión Europea (UE) al punto de determinar la protección y el establecimiento de normas y consideraciones que deberán ser respetadas en el mundo, a fin de evitar las malas imitaciones de la “pizza napoletana”, entre los argumentos surge el conservar la tradición y autenticidad del referido producto.

Es irónico que ante temas más trascendentales, como el establecer normas generales que impliquen el respeto de la vida humana desde su concepción hasta el fin natural, no se logra obtener la misma unanimidad de criterios.

Tutelar el respeto hacia éste tipo de pizza, cuyo costo aproximado podría estar por los siete euros, y definir sus dimenciones, ingredientes y la forma de colocación, ha sido una batalla ganada por el gobierno italiano, según lo declarara su ministro de agricultura Luca Zaia, producto de una gran campaña en defensa del arte culinario Nepoletano.

Ya desearan muchos niños por nacer tener la suerte de la pizza napoletana y encontrar un gobierno, un ministro capaz de emprender una buena campaña ante la UE con la finalidad de lograr que ésta se declare tutora de la vida y se pronuncie contra las leyes tan deplorables a favor del aborto y demás métodos semejantes.

Ya lo diría el Papa Benedicto XVI en su discurso del pasado 8 de diciembre de 2009, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, que la sociedad del siglo XXI esta contaminada moralmente; pues sufrimos de una crisis de valoración de lo que es o no verdaderamente importante, miramos sin ver y oimos sin escuchar.

Morir y renacer al periodismo


Criterios y desafíos

Por Iris Obispo
En ciertas circunstancias de la vida, ya sea ante la edad, la rutina o cualquier otra situación, las personas se plantean o consideran la necesidad de un cambio o giro en sus maneras de ser o hacer de las cosas, pero esta proposición viene siempre acompañada del temor, pues nadie quiere quedar fuera del tradicional sistema o dinámica actual, por cuanto son pocos los que se atreven a dar el paso, y tantos que prefieren continuar en lo cotidiano, aunque ello implique el perder una buena oportunidad de innovar, mejorar o renovarse.

Si un profesional cambia de una empresa a otra, seguramente deberá deslastrarse de ciertas maneras de trabajar para ajustarse a nuevas normas, en el periodismo en particular, el profesional deberá ajustarse a la tecnología, estilo y características del medio, y sobre todo a la política editorial de éste, lo cual en algún momento se puede convertir en una amenaza al ejercicio de la profesión corriendo el riesgos de caer en la censura, autocensura u otros.

Ante la referida amenaza, la capacidad de saber actuar profesionalmente es garantía del éxito, en un trabajo donde el más grande y mejor de los esfuerzos muere cada día, pues la labor periodística está limitada a esa lógica, por cuanto la renovación permanente es necesaria. Más allá de contenidos es importante tener en cuenta fundamentos, actualizar métodos y técnicas, en una profesión caracterizada por ser agente generador de cambio social, en medio de una sociedad fluctuante.

Es posible un nuevo periodismo, en cuanto exista la voluntad particular y personal de renovar la vocación profesional como servidor social, esto implica el recuperar los auténticos valores éticos, y el redefinir criterios prácticos. Del trabajo realizado por Diego Contreras, titulado “El Conflicto como valor periodístico” publicado en la revista científica “Sphera Publica”, n° 006, del 2006 se extraen algunos tópicos ha ser considerados por quien desee renovar su labor, partiendo del redimensionar los “news values” presentados por la “ideología periodística” imperante.

Frente a la lógica conflictual informativa, sólo el profesional investigador podrá dar el justo valor y extensión a cada parte, privilegiando la objetividad y la verdad, sin caer en el objetivismo puro que desincorpora el análisis del contexto. El periodista al afinar su capacidad de exhaustiva búsqueda de la verdad, análisis, explicación e interpretación de los hechos estará en capacidad de transformar una información común en un material de interés periodístico, sabiendo centrarse en argumentos concretos y de mayor interés, sin necesidad de deformar la realidad, ni sacrificar las prospectivas.

Una buena documentación evitará confusiones y la banalidad en la presentación de las noticias; contribuirá al equilibrio informativo y facilitará al lector (usuario) la interpretación del hecho presentado. El renacer del periodismo se logrará con “rendir interesante lo importante” antes que la “dramatización o espectacularización de los hechos”, allí el uso de los recursos tecnológicos ha de favorecer la excelencia del trabajo profesional, aumentar las oportunidades de argumentación, para ofrecer mejores perspectivas de los hechos, sin necesidad de transformarlos en shows o dramas.

Los criterios de selección y valoración de las noticias han de orientarse por la elección de los hechos y datos en forma objetiva, siguiendo criterios éticos profesionales antes que responder a intereses particulares de poder o al vicio de la corrupción. Esto requiere una vez más de un investigador honesto, quien sabrá obrar en justicia, dando a conocer o callando datos oportunamente.

En la vida de fe se dice que para renacer en Cristo es necesario primero morir al pecado, pero ese paso implica el abandonar tantas estructuras muy arraigadas a nivel interior o simplemente impuestas o determinadas por la sociedad, implica un nadar contra corriente que requiere decisión y valor, pero que da grandes satisfacciones, identidad y autenticidad, conservando las diferencias al respecto, el asumir nuevos criterios en la práctica periodista nos conducirá a ser mejores servidores sociales creativos y autenticos.